El Sol sale alegre y alumbra Choluteca, el reloj despertador de los gallos se activa, inicia el encendido de luces en las casas, el fuego de la hornilla y la estufa se hacen sentir, el clamor popular exige un trago de café. El ladrar de los perros sale a relucir y el gentillal le da vida a una ciudad en atraso y pobreza. El ruido de los mercados y la terminal municipal, no se hace esperar, con ansias de que ese nuevo día para los pequeños comerciantes, sea de rotundo éxito. Los niños y jóvenes se alistan para ir a las escuelas y colegios, pensando en un futuro con porvenir triunfador. El obrero va a sus labores imaginando que el salario que gane ese día, le servirá para tapar uno de los tantos baches de deuda que lo agobian. El oficinista se levanta más tarde, para ir hacer su trabajo de burócrata y así atender con desprecio al que se atreva a cortar su descanso.
El escándalo de buses y taxis se hace sentir, alguien grita por una ventana del bus urbano que “de nada sirve tener un diputado de presidente en el Congreso Nacional, si tenemos las peores calles de todas las ciudades del pais”, el taxista no se queda atrás y con un timbre sonoro contesta ” que además de ese charlatán y corrupto diputado azul, también el alcalde colorado, no hace nada para arreglar las calles y eso que es su trabajo”. El relajo sigue cuando una adolescente sin licencia de conducir, en su carro Mazda doble cabina crema, se va a un profundo hoyo con su llanta de rin de lujo y lanza palabras chabacanas contra el alcalde municipal, Quintín Soriano Pérez y su amigo el mariscal, Doctor Mauricio Oliva Herrera, por no arreglar las calles céntricas de la Famosa ciudad de Choluteca.
En este sentido Un hombre pasado de copas, escucha las quejas y les recuerda que “este pueblo es pendejo, votará por los mismos y lo seguirá haciendo, porque vende su conciencia”, un asaltante corre con puñal y cartera en mano, frente a Plaza del Sur, recordándonos que existe Pedro Navajas, la muchacha decide llorar inconsolablemente, porque recuerda que los asaltantes son buenos amigos de policías y militares, por tanto es mejor callar y humedecer ojos. Una cortina de humo, se lanza en los medios de comunicación, ensalzando a los políticos tradicionales, por unas cuantas monedas y billetes, que en suma son muchos millones pero la gente sigue leyendo, mirando y escuchando los tradicionales medios de comunicación, porque el engaño es sabroso, para la mayoría del pueblo pueblo, que no tuvo la oportunidad de asistir a las aulas de clases. El Sol decide esconderse y darle pasó a la Luna, para que sea ella la testigo, de la transmisión de mentiras al gentillal Sureño, en los medios al servicio del tronar de las monedas y el Salibeo en los dedos contando los billetes de alta numeración. Esta es la otra Choluteca que ahora sí conocemos.






